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Mostrando entradas de abril, 2015

SEXTO DÍA

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"JESUS YO CONFIO EN TI" SEXTO DÍA Hoy tráeme las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños y sumérgelas en Mi misericordia. Son éstas las más parecidas a Mi corazón. Me proporcionaron fortaleza durante Mi amarga agonía, puesto que las veía como Angeles terrestres, velando junto a Mis altares. Derramo sobre ellas gracias torrenciales, porque sólo el alma humilde es capaz de recibir Mi gracia. Distingo a las almas humildes con Mi confianza. Oracion Misericordiosísimo Jesús, que dijiste: Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón. Acoge en el seno de Tu corazón desbordante de piedad a todas las almas mansas y humildes y las de los niños pequeños. Estas almas son la delicia de las regiones celestiales y las preferidas del Padre Eterno, pues se recrea en ellas muy particularmente. Son como un ramillete de florecillas que despidieran su perfume ante el trono de Dios. El mismo Dios se embriaga con su fragancia. El

QUINTO DÍA

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"JESUS YO CONFIO EN TI" QUINTO DÍA Hoy tráeme las almas de nuestros hermanos separados 2 y sumérgelas en el océano de Mi misericordia. Durante las angustias de Mi Pasión desgarraron Mi Cuerpo y Mi Corazón, es decir, mi Iglesia. A medida que se reincorporan a ella, Mis heridas cicatrizan y de esta forma sirven de bálsamo a Mi Pasión. Oracion Misericordiosísimo Jesús, que eres la Bondad misma, no niegues la luz a aquellos que Te buscan. Recibe en el seno de tu corazón desbordante de piedad las almas de nuestros hermanos separados. Encamínalos, con la ayuda de Tu luz, a la unidad de la Iglesia y no los dejes marchar del cobijo de Tu Compasivo Corazón, todo amor; haz que también ellos lleguen a glorificar la generosidad de Tu misericordia. Padre Eterno, vuelve tu piadosa mirada hacia las almas de nuestros hermanos separados, especialmente hacia las almas de aquellos que han malgastado Tus bendiciones y abusado de Tus gracias, manteni
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"JESUS YO CONFIO EN TI" CUARTO DÍA Hoy tráeme a los que no creen en mí 1 y a los que todavía no me conocen. Pensaba en ellos durante las angustias de Mi Pasión, y su futuro fervor servía de consuelo a Mi corazón. Sumérgelos en el océano de Mi misericordia. Oracion Piadosísimo Jesús, Tú que eres Luz del género humano, recibe en la morada de Tu corazón lleno de compasión, las almas de aquellos que todavía no creen en Ti, o que no te conocen. Que los rayos de Tu gracia los iluminen para que también, unidos a nosotros, ensalcen tu maravillosa misericordia; y no los dejes salir de la morada de Tu corazón desbordante de piedad. Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada a las almas de aquellos que no creen en Tu Hijo y las de aquellos que todavía no te conocen pero anidan en el Compasivo Corazón de Jesús. Aproxímalos a la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellos ensalcen la

LA VIRTUD DE LA MISERICORDIA

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"JESUS YO CONFIO EN TI" LA VIRTUD DE LA MISERICORDIA - EL DEBER DE HACER ACTOS MISERICORDIOSOS La virtud de la misericordia es el lazo de unión entre la gente, la madre vigilante que a todos los que sufren salva y consuele, es una imagen de la Providencia Divina, ya que tiene los ojos abiertos a las necesidades de todos, es sobre todo, el reflejo de la misericordia Divina, como dijo el Salvador: “Sed misericordiosos como vuestro padre es misericordioso” (Lc 6, 36). Debemos comprender que esa virtud no es nos solamente recomendada, sino que es un estricto deber de todo cristiano. Mucha gente tiene un concepto erróneo sobre la virtud de la misericordia, piensan que, cumpliendo actos misericordiosos hacen sacrificio y realizan la gracia que depende de su voluntad y de su buen corazón. Pero es totalmente lo contrario. La virtud de la misericordia no es sólo un consejo que se puede aprovechar o ignorarlo sin pecado; es una ley estricta y un deber. De su cumplimiento nadie

Cristo ha resucitado Aleluya

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"JESUS YO CONFIO EN TI"

TERCER DÍA

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"JESUS YO CONFIO EN TI" TERCER DÍA   Hoy tráeme a todas las almas devotas y fieles y sumérgelas en el océano de Mi misericordia. Ellas me confortaron a lo largo del Vía Crucis. Fueron gota de consuelo en un océano de amargura. Oracion Misericordiosísimo Jesús, del tesoro de Tu misericordia distribuye Tus gracias a raudales entre todos y cada uno de nosotros. Acógenos en el seno de Tu Compasivísimo Corazón y no permitas que salgamos nunca. Te imploramos esta gracia en virtud del más excelso de los amores; aquel con el que Tu corazón arde tan fervorosamente por el Padre Celestial. Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada hacia las almas fieles, pues que guardan el legado de Tu Hijo. Por los méritos y dolores de Su Pasión, concédeles Tu bendición y tenlos siempre bajo Tu tutela. Que nunca claudique su amor o pierdan el tesoro de nuestra santa fe, sino que, con todo el ejército de Angeles y Santos, glorifiquen tu infinita misericordia

SEGUNDO DÍA

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"JESUS YO CONFIO EN TI" SEGUNDO DÍA   Hoy tráeme las almas de los sacerdotes y religiosos y sumérgelas en Mi misericordia insondable. Fueron ellos los que me dieron fortaleza para soportar hasta el fin las amarguras de Mi Pasión. A través de ellos, como por canales, Mi misericordia fluye hasta los hombres. Oracion Misericordiosísimo Jesús, de quien procede toda bondad, multiplica Tus gracias sobre las religiosas  consagradas a Tu servicio, para que puedan hacer obras dignas de misericordia; y que todos aquellos que las vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el cielo. Padre Eterno, vuelve Tu mirada misericordiosa hacia el grupo elegido en Tu viña - hacia las almas de sacerdotes y religiosos -; dótalos con la fortaleza de Tus bendiciones. Por el amor del corazón de Tu Hijo, en el cual están unidos, impárteles Tu poder y Tu luz, para que guíen a otros en el camino de la salvación y con una sola voz canten alabanzas

PRIMER DÍA

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"JESUS YO CONFIO EN TI" PRIMER DÍA Hoy tráeme a todo el género humano, especialmente a los pecadores y sumérgelos en el océano de Mi misericordia. De esta forma me consolarás de la honda pesadumbre en que me sume la pérdida de las almas. Oración Misericordiosísimo Jesús, cuya prerrogativa es tener compasión de nosotros y perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu Piadosísimo Corazón y no permitas que salgamos jamás de el. Te lo pedimos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo. Padre Eterno, vuelve Tu compasiva mirada hacia todo el género humano y en especial hacia los pobres pecadores, todos unidos en el Piadosísimo Corazón de Jesús. Por los méritos de Su dolorosa Pasión, muéstranos Tu misericordia, para que alabemos la omnipotencia de Tu misericordia, por los siglos de los siglos. Amén.