La bondad de Dios.
"JESUS YO CONFIO EN TI"
La bondad de Dios.
Los hombres andamos muy confundidos, porque vemos tanto mal en el mundo y nos parece que ese mal viene de Dios, que Dios castiga. Pero tenemos que saber que Dios es la Bondad infinita y ningún mal nos puede venir de Dios. Dios permite el mal, pero jamás lo causa. Dios permite actuar al demonio y a los hombres malvados como castigo para nosotros, por nuestra infidelidad o por otros justísimos motivos que entenderemos en el Cielo. Pero tenemos que saber que Dios siempre es misericordioso, incluso cuando permitiendo el mal nos castiga, también su mano es movida por el amor y la misericordia. En cuanto a nosotros, solo debemos orar mucho, porque los auxilios de Dios nos llegan a través de la oración, y con la oración nos podemos defender de los ataques del demonio y estar en pie en medio de las adversidades. Dios quiere que recemos, porque Él mismo se ha comprometido a darnos lo que le pidamos. Pero debemos pedir con perseverancia y fe. Entonces, cuando veamos a alguien que sufre, no pensemos que Dios es el causante de ello, sino Satanás, el pecado, los hombres malvados; y Dios lo permite por un designio suyo de bondad.
Jesús, en Vos confío.
Los hombres andamos muy confundidos, porque vemos tanto mal en el mundo y nos parece que ese mal viene de Dios, que Dios castiga. Pero tenemos que saber que Dios es la Bondad infinita y ningún mal nos puede venir de Dios. Dios permite el mal, pero jamás lo causa. Dios permite actuar al demonio y a los hombres malvados como castigo para nosotros, por nuestra infidelidad o por otros justísimos motivos que entenderemos en el Cielo. Pero tenemos que saber que Dios siempre es misericordioso, incluso cuando permitiendo el mal nos castiga, también su mano es movida por el amor y la misericordia. En cuanto a nosotros, solo debemos orar mucho, porque los auxilios de Dios nos llegan a través de la oración, y con la oración nos podemos defender de los ataques del demonio y estar en pie en medio de las adversidades. Dios quiere que recemos, porque Él mismo se ha comprometido a darnos lo que le pidamos. Pero debemos pedir con perseverancia y fe. Entonces, cuando veamos a alguien que sufre, no pensemos que Dios es el causante de ello, sino Satanás, el pecado, los hombres malvados; y Dios lo permite por un designio suyo de bondad.
Jesús, en Vos confío.
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