Aprovechar la Misericordia de Dios.
"JESUS YO CONFIO EN TI"
Aprovechar la Misericordia de Dios.
Dios es bueno y misericordioso para que nosotros lleguemos también a ser como Él, buenos y misericordiosos. ¡Ay del que aproveche la bondad de Dios para seguir en sus pecados y en sus vicios! Su infierno será tanto más horrendo, cuanto más ha despreciado esta misericordia de Dios.
Nunca debemos desconfiar de Dios, cualquiera sea el pecado o los pecados que hayamos cometido. Porque el demonio, después de hacernos pecar, nos quiere llevar a la convicción de que ese pecado es muy grande y que es imperdonable, y trata así de alejarnos cada vez más de Dios y de la confianza en Él, y nos lleva poco a poco a la desesperación, y así bajamos los brazos y ya no luchamos, nos sentimos abatidos y desanimados.
Esto es una gran tentación porque Dios todo lo perdona, basta que nosotros estemos arrepentidos. Jesús hubiera perdonado a Judas si éste se hubiera acercado a los pies del Maestro, confesándole el grandísimo pecado de deicidio, de matar a Dios. ¿Hay acaso pecado más grande y grave que éste? Y sin embargo Dios lo podía y lo quería perdonar, pero Judas no lo quiso así, y murió en su pecado. Que no nos suceda a nosotros lo mismo, y confiemos siempre en el perdón de Dios.
Jesús, en Vos confío.
Dios es bueno y misericordioso para que nosotros lleguemos también a ser como Él, buenos y misericordiosos. ¡Ay del que aproveche la bondad de Dios para seguir en sus pecados y en sus vicios! Su infierno será tanto más horrendo, cuanto más ha despreciado esta misericordia de Dios.
Nunca debemos desconfiar de Dios, cualquiera sea el pecado o los pecados que hayamos cometido. Porque el demonio, después de hacernos pecar, nos quiere llevar a la convicción de que ese pecado es muy grande y que es imperdonable, y trata así de alejarnos cada vez más de Dios y de la confianza en Él, y nos lleva poco a poco a la desesperación, y así bajamos los brazos y ya no luchamos, nos sentimos abatidos y desanimados.
Esto es una gran tentación porque Dios todo lo perdona, basta que nosotros estemos arrepentidos. Jesús hubiera perdonado a Judas si éste se hubiera acercado a los pies del Maestro, confesándole el grandísimo pecado de deicidio, de matar a Dios. ¿Hay acaso pecado más grande y grave que éste? Y sin embargo Dios lo podía y lo quería perdonar, pero Judas no lo quiso así, y murió en su pecado. Que no nos suceda a nosotros lo mismo, y confiemos siempre en el perdón de Dios.
Jesús, en Vos confío.
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