Un buen consejo...

"JESUS YO CONFIO EN TI"

Foto: Un buen consejo... 

Un buen consejo puede salvar un alma, o muchas almas, si quien lo recibe está a cargo de personas, porque es jefe o gobernador.

Si al menos no sabemos dar buenos consejos, por lo menos no demos malos consejos, porque no pocas veces somos tentadores de nuestros prójimos, porque los incentivamos para que hagan el mal, para que critiquen, o como se dice vulgarmente: “les buscamos la lengua” para que hablen mal de alguien o de algo. Eso está mal, muy mal. Tenemos que ser sencillos y sinceros, prontos para dejar plantados a quienes en una reunión, critican o hablan mal de ausentes.

No tenemos que hablar mal de nadie ni regodearnos cuando alguien habla mal de alguno, sino disculpar todo y huir de quien habla mal, como de una serpiente ponzoñosa.

Demos buenos consejos, o al menos callemos si no sabemos darlos, porque cuando aconsejamos el mal y el pecado, nos parecemos a Satanás, que aconsejó a Eva su pecado, y sigue aconsejando hoy a muchos, incluso a nosotros mismos, que no pocas veces hemos seguido su consejo, a hacer el mal.

Seamos buenos de verdad, porque de nada nos sirve ir a Misa e incluso comulgar, si luego damos malos consejos, o animamos a quien está en la duda, para que se lance a la venganza o al crimen.

Jesús, en Vos confío.


Un buen consejo... 
Un buen consejo puede salvar un alma, o muchas almas, si quien lo recibe está a cargo de personas, porque es jefe o gobernador.
Si al menos no sabemos dar buenos consejos, por lo menos no demos malos consejos, porque no pocas veces somos tentadores de nuestros prójimos, porque los incentivamos para que hagan el mal, para que critiquen, o como se dice vulgarmente: “les buscamos la lengua” para que hablen mal de alguien o de algo. Eso está mal, muy mal. Tenemos que ser sencillos y sinceros, prontos para dejar plantados a quienes en una reunión, critican o hablan mal de ausentes.
No tenemos que hablar mal de nadie ni regodearnos cuando alguien habla mal de alguno, sino disculpar todo y huir de quien habla mal, como de una serpiente ponzoñosa.
Demos buenos consejos, o al menos callemos si no sabemos darlos, porque cuando aconsejamos el mal y el pecado, nos parecemos a Satanás, que aconsejó a Eva su pecado, y sigue aconsejando hoy a muchos, incluso a nosotros mismos, que no pocas veces hemos seguido su consejo, a hacer el mal.
Seamos buenos de verdad, porque de nada nos sirve ir a Misa e incluso comulgar, si luego damos malos consejos, o animamos a quien está en la duda, para que se lance a la venganza o al crimen.
Jesús, en Vos confío.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oracion de Proteccion ante Desastres Naturales

ORACIÓN AL SEÑOR DE LA MISERICORDIA

SANTISIMO SEÑOR DE LA MISERICORDIA