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Mostrando entradas de abril, 2009

Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,

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Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,"La Divina Misericordia en mi alma", con comentario 447 Viernes. Estaba enferma y no pude ir a la Santa Misa. A las siete de la mañana vi a mi confesor celebrando la Santa Misa durante la cual veía al Niño Jesús. Al final de la Santa Misa la visión desapareció y me vi, como antes, en la celda. Me llenó una alegría inexpresable de que aunque no pude asistir a la Santa Misa en nuestra capilla, la escuché de una iglesia muy lejana. Jesús puede solucionar todo. Comentario: Quedémonos con la última frase que dice Sor Faustina: “Jesús puede solucionar todo”. Y esto es necesario que nosotros lo tengamos muy presente y creamos firmemente que es realmente así, pues Jesús es Dios, y ya el Ángel Gabriel le dijo a María, en la Anunciación, que no hay nada imposible para Dios. Solo que nosotros debemos tener más fe en Dios, en Jesús, que todo lo puede. Porque el Señor, en un abrir y cerrar de ojos, puede arreglar lo que nos preocupa, sin que

Mensaje de Misericordia

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Mensaje de Misericordia Misericordiosos como Dios El Señor quiere que seamos misericordiosos como es Él, porque así nos parecemos a Dios y somos dignos hijos suyos. El Señor ha dejado miserias de todas clases en la tierra para que los hombres nos compadezcamos de ellas y practiquemos la misericordia de obra, de palabra y con la oración. Por eso el Señor no remedia todos los males que hay ene l mundo, porque si lo hiciera, nosotros, sus hijos, no tendríamos modo de practicar la misericordia y así no seríamos como Dios, que es misericordioso; y es necesario que esta característica de la misericordia la tengan todos los hijos de Dios. Y al ser misericordiosos con los hermanos, también obtendremos misericordia para nosotros en el Juicio, pues ya dice Jesús en el Evangelio que serán bienaventurados los misericordiosos porque obtendrán misericordia. Jesús, en Vos confío.

Quince minutos con Jesús Misericordioso

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Quince minutos con Jesús Misericordioso Jesús, a veces pienso en el futuro y tengo miedo. Pero tú dices que no debemos tener miedo, porque en ese futuro también estarás tú con tu infinita misericordia. Entonces ayúdame a confiar cada día más en ti y en tu Bondad, porque sé que tú estás en todo momento a mi lado, pues tienes un cuerpo glorioso que te permite estar en todas partes al mismo tiempo y, además, como eres Dios, eres Omnipresente. Jesús, que yo venere tu Imagen y la honre, porque de ello vendrá gloria para ti y bien para mí, ya que tú has prometido que quien venere tu Imagen no perecerá y será vencedor de sus enemigos ya aquí en la tierra. Te pido que esta tu Imagen de grabe en mi alma y que acuda a esta imagen cada vez que necesito obtener alguna gracia de ti, pues has prometido que el recipiente con el que hay que ir a tomar las gracias que tu bondad nos concede, es justamente esta imagen tuya con la firma “Jesús, en Vos confío”. Ten misericordia de mí, Jesús, y te digo como

oraciones a Jesus Misericordia

Acto de confianza Oh Jesús, escondido en el Santísimo Sacramento, mi único Amor y Misericordia, te encomiendo todas las necesidades de mi alma y de mi cuerpo. Tú puedes ayudarme porque eres la misericordia misma; en ti toda mi esperanza. Por los pecadores Oh Dios de gran misericordia, que te dignaste enviarnos a tu Hijo Unigénito como el mayor testimonio de tu insondable amor y misericordia, tú no rechazas a los pecadores sino que también a ellos has abierto el tesoro de tu infinita misericordia, del que pueden recoger en abundancia tanto la justificación como toda santidad a la que un alma puede llegar.Padre de gran misericordia, deseo que todos los corazones se dirijan con confianza a tu infinita misericordia. Nadie podrá justificarse ante ti si no va acompañado por la insondable misericordia tuya. Cuando nos reveles el misterio de tu misericordia, la eternidad no bastará para agradecerte por ella debidamente. En el sufrimiento Oh mi Jesús, dame fuerza para soportar los suf

Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,

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Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,"La Divina Misericordia en mi alma", con comentario 445 Jueves. Adoración nocturna. Al venir a la adoración, en seguida me envolvió un recogimiento interior y vi al Señor Jesús atado a una columna, despojado de las vestiduras y en seguida empezó la flagelación. Vi a cuatro hombres que por turno azotaban al Señor con disciplinas. El corazón dejaba de latir al ver esos tormentos. Luego el Señor me dijo estas palabras: Estoy sufriendo un dolor aún mayor del que estás viendo. Y Jesús me dio a conocer por cuáles pecados se sometió a la flagelación, son los pecados impuros. Oh, cuánto sufrió Jesús moralmente al someterse a la flagelación. Entonces Jesús me dijo: Mira y ve el género humano en el estado actual. En un momento vi cosas terribles: Los verdugos se alejaron de Jesús, y otros hombres se acercaron para flagelar los cuales tomaron los látigos y azotaban al Señor sin piedad. Eran sacerdotes, religiosos y religiosas y máximos dig
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Mensaje de Misericordia No hay satisfacción fuera de Dios Dios debe ser todo para nosotros. Si esto no es así, es porque estamos en el camino equivocado. A veces nos dejamos engañar por las cosas materiales o los afectos desordenados a personas o cosas, y no reparamos en que solo Dios basta. En el Cielo gozaremos para siempre de Dios, de su bondad, y es necesario que ya desde este mundo comencemos a vivir para Él, pensando en agradarle y contentarle. Porque Dios nos creó por amor y ha formado nuestro corazón para Él, de manera que nuestro corazón solo será feliz cuando posea completamente a Dios. Pobrecitos los condenados al Infierno, que para siempre habrán perdido el fin de su existencia, el objeto de su amor, habrán perdido el Sumo Bien, a Dios, que es la Bondad infinita, la Felicidad perfecta y el Amor eterno. Demos gracias a Dios que todavía nos da tiempo para meditar estas cosas y rectificar el camino y convertirnos a Él. Jesús, en Vos confío.

Quince minutos con Jesús Misericordioso

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Quince minutos con Jesús Misericordioso Señor Jesús necesito de tu consuelo, porque tú mismo has dicho que el que esté abatido y agobiado que vaya a ti y tú le darás alivio y consuelo. Entonces yo vengo a tus pies, abatido por los problemas de la vida y perseguido por los enemigos, vengo a buscar alivio a mis pesares y sé que lo encontraré en tu Corazón misericordioso. ¡Cuánto te amo, Señor, pero quisiera amarte mucho más! El trajín de la vida moderna a veces me hace olvidar de ti y de que lo más importante es vivir para agradarte y servirte, amándote con todas las fuerzas. No permitas, Señor, que me condene, porque tengo muchos enemigos, los demonios y los hombres malvados, que buscan mi perdición. Ten misericordia de mí, tú que eres la Compasión hecha Dios. Yo quiero poder de mi parte mi buena voluntad y por ello espero gozar de paz en el alma, pues los ángeles en Belén cantaron: “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”. ¡Ten misericordia de mí,

Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,

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Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,"La Divina Misericordia en mi alma", con comentario 443 Una vez oí estas palabras: Deseo que vivas según Mi voluntad en los más secretos rincones de tu alma. Comencé a meditar estas palabras que llegaron hasta lo más profundo de mi corazón. Aquel día había confesión de la Comunidad [176]. Cuando fui a confesarme, después de acusarme de los pecados, el sacerdote me repitió las palabras que antes me había dicho el Señor. 444 El sacerdote me dijo estas palabras profundas: Hay tres grados en el cumplimiento de la voluntad de Dios. El primero: es cuando el alma cumple todo lo que está notoriamente comprendido en los reglamentos y en estatutos de la observancia exterior. El segundo grado consiste en que el alma sigue las inspiraciones interiores y las cumple. El tercer grado es aquel en que el alma, entregándose a la voluntad de Dios, le deja la libertad de disponer de ella, y Dios hace con ella lo que le agrada, porque es un instrume

Mensaje de Misericordia

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Mensaje de Misericordia A través del Corazón de María La Misericordia de Dios fluye al mundo a través del Corazón de María, porque María es la mediadora de todas las gracias, y la Misericordia divina es la gran gracia de Dios para los hombres. Si queremos obtener con seguridad la misericordia de Dios, acudamos a pedírsela a María Santísima, pues Ella la obtiene de Dios con abundancia para sus hijos y devotos. Cuando Dios está como cansado por la ingratitud humana y quisiera enviar un castigo a la humanidad, mira a María y se arrepiente del mal que quería inflingir al hombre, porque sabe que castigar a los hombres es entristecer ese Corazón Inmaculado y amoroso que tanto ama a sus hijos en la tierra. Por eso María es Madre de la Misericordia y ¡cuántas veces nos ha salvado ya de la Justicia divina, de la ira de Dios! No es que Dios castigue, pues de Dios no puede venir ningún mal, pero se dice que Dios castiga cuando permite que el mal cause daño. Jesús, en Vos confío.

Quince minutos con Jesús Misericordioso

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Quince minutos con Jesús Misericordioso ¡Oh Jesús, qué dulce eres con los pecadores que se arrepienten! Tú buscas a la oveja perdida por todas partes y vas hasta los lugares en que se ha enlodado y lastimado y la rescatas y la curas y la cargas sobre tus hombros y la llevas a un lugar seguro. También has hecho así conmigo, que con el pecado me había alejado por caminos tortuosos, siguiendo al engañador. Y he sufrido mucho Señor, porque sin Ti la vida es desesperante. ¡Pobres pecadores que no conocen tu dulzura y tu bondad, Señor! Están hambrientos y sedientos y no saben que Tú eres lo que necesitan Ayúdame a buscarlos y a traértelos a tus pies, para que recuperen su felicidad y la paz del alma junto con la gracia santificante. Enséñame a ser como esos perros que ayudan al pastor a tener en orden las ovejas, defenderlas de los lobos, rastrearlas cuando se han salido del rebaño para que, al encontrarlas, con mis ladridos te llame a ti, Pastor, en su ayuda.
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Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,"La Divina Misericordia en mi alma", con comentario 442 En una ocasión, cuando mi confesor [175] celebraba la Santa Misa, como siempre vi al Niño Jesús en el altar desde el momento del ofertorio. Pero un momento antes de la elevación el sacerdote desapareció y se quedó Jesús y cuando llegó el momento de la elevación Jesús tomó en sus manitas la Hostia y el Cáliz y los levantó juntos y miró hacia el cielo y un momento después vi otra vez a mi confesor y pregunté al Niño Jesús dónde estaba el sacerdote mientras no lo veía. Y Jesús me contestó: En Mi Corazón. Sin embargo no pude comprender nada más de aquellas palabras de Jesús. Comentario: Cuando el sacerdote celebra la Misa lo hace en persona de Cristo, es decir, que es el mismo Cristo el que celebra la Misa. Por eso aquí vemos que en el momento más importante de la celebración, el sacerdote desaparece y queda solo Jesús, que se ofrece al Padre eterno. Debemos rezar mucho por los

LA BONDAD DE DIOS

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Mensaje de Misericordia La Bondad de Dios Ni la lengua de los hombres ni la de los ángeles, podrá nunca hablar debidamente y ensalzar la Bondad infinita de Dios. Digamos todo lo que queramos sobre la Bondad de Dios, y siempre nos quedaremos por debajo de la realidad. ¿Pero Dios no castiga? Sí, esa es una forma de hablar de la Sagrada Escritura. Pero tenemos que saber que de Dios no puede venir ningún mal, pues Él es la Bondad infinita y el mal es una imperfección y por eso no puede venir de Dios. El mal viene de Satanás y de los hombres. Cuando se dice que Dios castiga, no es que Él mismo haga el mal, porque eso es imposible, sino que Él permite el mal para castigo del o de los culpables. Y así se suele decir que Dios castiga. El diluvio universal no fue enviado por Dios sino que Él lo permitió, lo mismo que el fuego que cayó sobre Sodoma y Gomorra y también la esclavitud del pueblo hebreo. Es lo que se llama la “voluntad permisiva” de Dios. Por eso, cuando pensemos en Dios, sepamos qu

Quince minutos con Jesús Misericordioso

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Quince minutos con Jesús Misericordioso Señor, soy pecador. Ten misericordia de mí. Tú que eres la Compasión y la Misericordia, apiádate de mí, que estoy aplastado por las culpas. Pero estoy contento de tener miserias y de ser miserable, pues así puede actuar tu Misericordia, porque ella actúa donde hay miserias que consumir y quemar, y convierte al gran pecador en gran santo. Yo soy un gran pecador, Jesús, pero quiero convertirme a partir de hoy en un gran santo. Necesito que tu Misericordia me envuelva y me ayude a subir, a escalar el camino de la perfección. Jesús, estoy feliz de que seas tan bueno. Yo tengo confianza en Ti y en tu bondad, porque sé que me has creado por amor y que me conservas en la existencia por amor, y que también me esperas en el Cielo para colmarme de tu amor infinito. No permitas que me pierda, seducido por el Mal. Actúa, Señor, con todos los medios que creas necesarios para llevarme por el camino del bien y así no me pierda yo eternamente. ¡Te amo, Jesús mío

Mensaje de Misericordia

Mensaje de Misericordia Jesús está con nosotros Si Jesús está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? Porque Él es Dios misericordioso y todo lo puede, y si está con nosotros, junto a nosotros, en nosotros, no hay nada que temer. Y aunque tengamos la desgracia de cometer el pecado, sabemos que Jesús es infinitamente misericordioso y nos perdona si estamos arrepentidos. A veces Jesús permite que caigamos en pecados humillantes para ejercer con nosotros más plenamente su misericordia. No es que Él quiera el pecado, pero lo permite porque sabe que nosotros, después de arrepentirnos y ser perdonados por Él, subiremos más alto en el camino de la perfección, como le sucedió a San Pedro, que después de la negación llegó a ser un grandísimo santo. Confiemos entonces en Jesús que todo lo que dispone en nuestra vida es por amor a nosotros y es un don de su misericordia infinita. Jesús, en Vos confío.

Mensaje de Misericordia

Mensaje de Misericordia Jesús está con nosotros Si Jesús está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? Porque Él es Dios misericordioso y todo lo puede, y si está con nosotros, junto a nosotros, en nosotros, no hay nada que temer. Y aunque tengamos la desgracia de cometer el pecado, sabemos que Jesús es infinitamente misericordioso y nos perdona si estamos arrepentidos. A veces Jesús permite que caigamos en pecados humillantes para ejercer con nosotros más plenamente su misericordia. No es que Él quiera el pecado, pero lo permite porque sabe que nosotros, después de arrepentirnos y ser perdonados por Él, subiremos más alto en el camino de la perfección, como le sucedió a San Pedro, que después de la negación llegó a ser un grandísimo santo. Confiemos entonces en Jesús que todo lo que dispone en nuestra vida es por amor a nosotros y es un don de su misericordia infinita. Jesús, en Vos confío.
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Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,"La Divina Misericordia en mi alma", con comentario 441 Una vez, cuando la imagen estaba expuesta en el altar, durante la procesión de Corpus Christi [174], cuando el sacerdote expuso el Santísimo Sacramento y el coro empezó a cantar, los rayos de la imagen traspasaron la Santa Hostia y se difundieron sobre el mundo entero. Entonces oí estas palabras: A través de ti, como a través de esta Hostia, los rayos (184) de la misericordia pasarán al mundo. Después de estas palabras un gran gozo penetró en mi alma. Comentario: Por eso es muy importante que nosotros, como Apóstoles de la Divina Misericordia, tengamos una gran devoción a Santa Faustina, pues a través de ella pasa la misericordia de Dios al mundo. Y no solo porque ella fue la que recibió la revelación de Jesús, sino porque ella ahora, desde el Cielo, distribuye gracias y misericordia a quien quiere, cuanto quiere y como quiere. Otra enseñanza que podemos sacar de este texto

Quince minutos con Jesús Misericordioso

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Quince minutos con Jesús Misericordioso Jesús bendíceme. Hoy me acerco a tus Rayos misericordiosos con mucho amor y quiero ponerme al amparo de ellos, para que no me alcance la justa mano de Dios Padre, porque he pecado mucho y necesito acudir a tu Misericordia. El Padre quiere que nos refugiemos bajo estos Rayos porque no nos quiere castigar, y sabe que si nos ponemos al amparo de estos divinos Rayos, esquivaremos la Justicia divina. También quiero poner bajo tus Rayos a toda mi familia y a mis seres queridos, para que los protejas en este mundo y les des el Cielo cuando partan de esta vida. Jesús, confío en ti. Sé que me amas con un amor infinito y que has hecho todo para salvarme. Te pido que me ayudes a no despreciar tu don, tu infinito sufrimiento que tuviste por mi causa, y que no me condene despreciando tu sangre, sino que aproveche tu gran amor para ser cada día más bueno y al final de mi vida ir a gozar para siempre contigo en el Paraíso. Jesús, te amo. ¡Gracias, Señor!

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

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EL ROSARIO A LA DIVINA MISERICORDIA El Rosario a la Divina Misericordia le dictó el Señor Jesús a sor Faustina en Vilna (Lituania) el 13-14 de septiembre de 1935 como una oración que debe ser rezada para que ceda la indignación de Dios y para obtener el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero. "Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta rosario" (Diario, 848). “A través de él obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad” (Diario, 1731). “Reza incesantemente este rosario que te he enseñado. Quienquiera que lo rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes se lo recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación. Hasta el pecador más empedernido, si reza este rosario una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita” (Diario, 687). “A quienes recen este rosario, Me complazco en darles lo que Me pidan. Cuando la recen los pecadores empedernidos, Ilenaré sus almas de paz y la hora de

FRAGMENTOS DEL DIARIO

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Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,"La Divina Misericordia en mi alma", con comentario440 Oh Creador y Señor mío, aquí tienes todo mi ser. Dispón de mí según Tu divina complacencia y según Tus designios eternos y Tu misericordia insondable. Que cada alma conozca cuán bueno es el Señor; que ninguna alma tenga miedo de tratar con el Señor, y que no se excuse de ser indigna y que nunca aplace para después las invitaciones de Dios, ya que esto no agrada a Dios. No hay alma más miserable que yo, como verdaderamente me considero, y estoy sorprendida de que la Majestad Divina se humille tanto. Oh eternidad, me parece que eres demasiado corta para glorificar la infinita misericordia del Señor. Comentario: No debemos tener miedo al tratar con el Señor, porque Él es infinitamente Bueno. Si bien tenemos que tratarlo con respeto como se trata al ser más amado, así también tenemos que ser sencillos como los niños al tratar con Dios, de esa manera el Señor volcará en nosotros

MENSAJE DIARIO

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Mensaje de Misericordia Sobre el pecho de Jesús Esta vida terrena es una prueba, y según cómo pasemos esta prueba, así será nuestro destino eterno: Cielo o Infierno. Por eso es muy importante que busquemos apoyo y consuelo para superarla con éxito. ¿Y dónde buscaremos esto? En el pecho de Jesús, en su Corazón divino. Vayamos confiados al Corazón misericordioso de Jesús y recostemos nuestra cabeza en su pecho para tener fortaleza y poder superar bien la prueba de esta vida, porque tendremos muchos sufrimientos, puesto que queremos servir a Dios y el demonio nos hará la vida imposible y tratará de perdernos. Es necesario que vayamos pronto a Jesús y le pidamos su ayuda y nos amparemos bajo los rayos de su Misericordia, que salen del Corazón traspasado. Así estaremos protegidos y felices en medio de las dificultades y sufrimientos terrenos. Jesús, en Vos confío.

15 MINUTOS CON JESUS

Quince minutos con Jesús Misericordioso Jesús, tú eres Bueno, eres infinitamente Bueno. Déjame que vaya a tus pies, o mejor aún, deja que me recueste sobre tu pecho para tomar fuerzas y enfrentar las pruebas de la vida. Tú me proteges y me amas infinitamente. Debo estar bien seguro de ello. Tú me has creado por amor, me has redimido por amor y quieres que esté contigo en el Cielo para gozar de tu amor eterno e ilimitado. ¡Qué alegría Señor que seas tan Bueno!, porque así me das confianza para que me acerque a ti como un niño pequeño se acerca a su papá que lo ama tanto. Señor, te doy gracias porque me amas. No permitas que me condene. Te doy completa libertad para que hagas de mí lo que quieras con tal de que yo me salve y vaya a gozar de Ti al Cielo, porque me has creado para ser feliz a tu lado y, sin ti no puedo vivir. El Infierno es horrible por los tormentos, pero mucho más horrible es porque no estás tú, Señor. ¡Que no te pierda, Dios mío! ¡Sálvame por tu Misericordia!
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