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Mostrando entradas de 2012

Fiel en lo pequeño.

"JESUS YO CONFIO EN TI" Fiel en lo pequeño. Jesús Misericordioso, amor de mis amores, hoy quiero pedirte la gracia especial de saber aprovechar todas las gracias, especialmente las gracias pequeñas y comunes, que me das a cada momento, porque sé muy bien que siendo fiel en lo poco, en lo pequeño y cotidiano, es como seré fiel también en lo grande y extraordinario, cuando llegue el momento. Esta vida que a veces me parece tan gris, es propicia para ganar muchos méritos en tu presencia, porque aprovechando cada momento, cada inspiración tuya, Señor mío, es como me voy haciendo con un gran tesoro que disfrutaré plenamente en el Cielo, pero que ya aquí en la tierra me da felicidad y seguridad. Jesús, enséñame a ser fiel a cada gracia, por pequeña que sea, porque el que es fiel en lo poco también será fiel en lo mucho, como Tú mismo lo has dicho en tu Santo Evangelio. Sé muy bien que el que no sabe aprovechar las gracias pequeñas, no lo hará tampoco con las grandes

Visitar a los enfermos.

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"JESUS YO CONFIO EN TI" Visitar a los enfermos. Cuando uno está enfermo ve la realidad un poco distorsionada, y cree que Dios lo ha castigado e incluso se siente como maldecido por Dios. Es entonces cuando el buen amigo o pariente debe ir a visitar al enfermo, para llevarle esperanza y asegurarle que Dios lo ama, que no lo ha rechazado, sino todo lo contrario, porque regalándole esa cruz de la enfermedad le está mostrando su predilección como lo hizo con su propio Hijo. ¡Cuánto agradecen los enfermos las visitas de los amigos, que los llenan de consuelos y les dan ánimo para seguir en el camino de la vida! A veces una visita a un enfermo puede cambiar una vida, o dos vidas, la del enfermo y la de quien visita, e incluso puede cambiar muchas vidas, porque estas cosas influencian también a los parientes del enfermo y quizás a muchos otros. Se reanudan relaciones rotas o resquebrajadas, de derraman lágrimas de emoción por los reencuentros de largos años en separaci

Mensaje de Misericordia

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"JESUS YO CONFIO EN TI" Mensaje de Misericordia Lo que Dios nos ha revelado. Es una gran misericordia la que el Señor ha tenido con nosotros, los hombres, al revelarnos parte de sus secretos, puesto que si Él no nos hubiera revelado estas cosas, nunca las hubiésemos sabido por nosotros mismos. Y así como un amigo gusta de revelarle sus cosas íntimas al amigo, así también Dios, que nos tiene a los hombres por amigos, nos ha querido revelar algunos de sus secretos, entre ellos el misterio de la Santísima Trinidad. Y a quienes quieren profundizar en su amistad, el Señor les revela más intimidades suyas, como hizo con los Santos y con las almas elegidas. También nosotros podemos ser de estos predilectos de Dios, si somos pequeños y buenos con todos, entonces Dios nos tomará en sus benditos brazos y nos dirá al oído cosas sublimes, y seremos felices ya desde este mundo, porque no hay mayor felicidad que conocer a Dios, puesto que quien lo conoce no puede dejar

Obras de Misericordia

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"JESUS YO CONFIO EN TI" Obras de Misericordia Consolar al triste. Cuando consolamos a alguien que está triste, hacemos una gran obra de misericordia, puesto que la tristeza puede llevar al desánimo y a la desesperación, y en los momentos de tristeza es cuando Satanás aprovecha y se insinúa con sus tentaciones, porque él es cobarde y rodea al alma cuando ésta se encuentra en estado de debilidad, y la tristeza es uno de estos estados de debilidad. Por eso si con nuestra alegría y consuelo vamos a consolar al que está triste, estamos arrebatando un alma de las garras del Maligno y se la estamos dando a Dios, ya que el alma, al volver a sentir alegría, vuelve a tener esperanza y tiene ánimos para seguir luchando. Cuando uno está triste, ve todo negro, incluso las cosas más lindas, le parecen que no son para él o que jamás las alcanzará. Es entonces cuando el buen cristiano debe llevar sus ganas de vivir y sus esperanzas a esta alma atormentada por la tristeza, par

Quince minutos con Jesús Misericordioso

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"JESUS YO CONFIO EN TI" Quince minutos con Jesús Misericordioso Mis pies. Jesús Misericordioso, que mis pies me lleven siempre a Ti sacramentado y a socorrer a mi prójimo. Que no sepan de fatigas cuando se trate de hacer un poco de bien a las almas y a los cuerpos. En cambio te ruego que me ayudes a no usar mis pies para ir a malos lugares, donde Tú no estás y donde el pecado lleva la voz cantante. Así como la Virgen, ni bien fuiste concebido en su seno inmaculado, fue inmediatamente a visitar y ayudar a su prima Santa Isabel; así también yo quiero, con tu ayuda, ser un incansable peregrino que lleve consuelo y amor a todo el que esté necesitado. Jesús, enséñame a usar bien mis pies, mis piernas, para que como Tú, las utilice en andar incansablemente por los caminos del mundo, buscando almas que salvar y cuerpos que asistir. Que siempre esté dispuesto a caminar lo que sea con tal de llegar hasta tu altar, hasta la Misa, si es posible de cada día, donde espero p

La caridad se enfriará.

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"JESUS YO CONFIO EN TI" La caridad se enfriará. Dice el Señor en el Evangelio que cuando se acerque el Fin de los Tiempos, la caridad se enfriará en muchos, debido al mal que abundará en el mundo. ¿Y no es esto lo que está pasando actualmente, que debido a la delincuencia y maldad, la gente, muchos, cierran las puertas de su casa al peregrino que busca alojamiento, al pobre que busca una limosna, y así, en general, se enfrían los corazones de los hombres volviéndose duros, o al menos miedosos, y ya no se socorre a los que tienen necesidad de ser socorridos? Pero Jesús nos dice que en “muchos” se enfriará la caridad, no en todos. Ojalá nosotros no estemos en el número de los que se nos helará el corazón, sino que siempre tengamos valentía y coraje para ayudar a todo el que se nos presente a la puerta. Es cierto que podemos ser robados, asaltados, hasta asesinados por aquellos a los que queríamos socorrer pero que en realidad eran ladrones y homicidas. ¡Es

Quince minutos con Jesús Misericordioso

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"JESUS YO CONFIO EN TI" Quince minutos con Jesús Misericordioso Oídos abiertos. Señor Jesús, ¡cuántas personas que van por el mundo tienen la necesidad de ser escuchadas, de ser atendidas en sus penas y deseos! Ojalá yo sea, Señor mío, un alma dispuesta a escuchar siempre a mi prójimo, que busca alivio y consuelo en desahogarse de sus penas y trabajos. Todos queremos hablar, pero son pocos los que saben escuchar y aconsejar. Yo quiero ser uno de estos, Jesús, que no sólo escuchan a las personas sino que las apuntalan y no dejan que se vayan de su lado sin darle un consejo oportuno y una caricia consoladora en su alma. Jesús Misericordioso, dame la gracia de imitar a tu Madre santísima, que es llamada por la Iglesia “Consuelo de los afligidos”, para que yo sepa consolar al triste y escuchar con atención, sin apuros ni malos modos, todos los problemas de mis prójimos. ¿Pero sabes una cosa, Señor? Para que no me afecten tanto los problemas de los hermanos, y

Corazón de carne.

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"JESUS YO CONFIO EN TI" Corazón de carne. Dios quiere que tengamos un corazón de carne y no de piedra, porque Él sólo desea que los hombres seamos buenos y compasivos unos con otros, y por eso Él no quiere solucionar todos los problemas y sufrimientos, porque quiere darnos la oportunidad de que hagamos méritos socorriendo a los necesitados, a los que sufren, y así merezcamos el Cielo, y seamos semejantes a Dios, que es Misericordioso sobre toda medida. Los hijos deben ser semejantes al Padre, y así quienes practican la misericordia con los hermanos, se hacen semejantes al Padre eterno que es infinitamente Misericordioso. ¡Ay de nosotros si viendo la miseria en que están nuestros prójimos, no aprovechamos para socorrerlos y hacer obras de misericordia! Porque Dios sólo las permite para que nosotros, haciendo las veces de su providencia divina, socorramos a los necesitados, ya sean necesitados materiales o espirituales. Podemos estar seguros de que el Señor, en

DÍA 24

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"JESUS YO CONFIO EN TI" DÍA 24 PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, POR LAS OBRAS DE APOSTOLADO I P edimos hoy por todos los trabajos encaminados a difundir en nuestra sociedad la influencia de la Iglesia Católica y de sus instituciones contra la acción disolvente y demoledora de tantos que con diversos y numerosos medios pugnan por descatolizar el mundo. Pertenecen al concepto general de obra de Apostolado todos los ministerios eclesiásticos; pero de un modo muy particular se distinguen con este nombre las obras que ejercen bajo la dirección de la Iglesia los mismos laicos. Las sociedades de caridad, las escuelas y talleres, los periódicos y libros cristianos, las Academias de Juventud católica y asociaciones de católicos y todas las que con este o con aquel nombre, se proponen la reparación de los estragos de nuestros tiempos, la moralización del pueblo, la protección del pobre, o simplemente el ejercicio práctico y sin respeto humano de la Religión; todo eso que co

DÍA 23

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"JESUS YO CONFIO EN TI" DÍA 23 PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN,  POR LOS INCRÉDULOS Y LOS MALOS CRISTIANOS I H ay hermanos nuestros creados como nosotros por Dios, redimidos como nosotros por la Sangre Divina, destinados como nosotros para el reino eterno, y que sin embargo se obstinan en cerrar sus ojos a la luz de la verdad y permanecer apartados de la fe, en ciego y voluntario paganismo. Estos son los incrédulos. ¡Cuántos de esos gentiles hay en medio de nuestra sociedad cristiana! ¡Cuántos de nuestros amigos y conocidos, y quizás parientes, no tienen de Dios y de su ley y de sus misterios mayor conocimiento que el que tiene un pobre salvaje, para quien es absolutamente desconocida la cruz! Roguemos, pues, hoy al Sagrado Corazón de Jesús por este doloroso estado de tantas almas.    ¡Oh Jesús, Señor Nuestro! ¿Cómo puede ser que veinte siglos después de tu venida haya aún quien no te conozca? Abre, Señor, los ojos a los ciegos del alma, Tú que a tantos ilumina

DÍA 22

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"JESUS YO CONFIO EN TI" DÍA 22 PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, POR LA EDUCACIÓN CRISTIANA DE LOS NIÑOS Y NIÑAS I S on los niños y las niñas las flores tempranas del jardín de Cristo y la porción predilecta de su amantísimo Corazón. Jesucristo en su vida mortal manifestó por la niñez singular preferencia. Un pasaje del Santo Evangelio nos muestra al Salvador llamando en torno de sí esas tiernas primicias de su rebaño, y prodigándoles dulces agasajos y recomendándolas a los cuidados y solicitud de los Apóstoles. La Iglesia, heredera del Divino Maestro, no se muestra menos celosa en esta maternal predilección.    Pero también el enemigo muestra decidido empeño en apoderarse de esos corazones; y el mundo le secunda, y muchos padres le favorecen de un modo espantoso en esta obra infernal de robárselos a Dios. ¡El síntoma más pavoroso de nuestros desventurados tiempos es la corrupción de la niñez! Roguemos, pues, hoy, por los niños al Sagrado Corazón.    Salva, ¡o

DIAS 19 Y 20

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"JESUS YO CONFIO EN TI" DÍA 19 PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN,  POR NUESTRO SANTO PADRE EL PAPA I Hemos llegado ya a la última novena de este Mes del Sagrado Corazón. Ya es hora que pensemos en dirigirnos a Él con nuestro fervor, para rogarle en estos últimos días por las necesidades más urgentes de la sociedad humana. Por las nuestras particulares hemos rogado cada día y podemos seguir haciéndolo en el fondo de nuestro corazón. Por estas otras nuestra oración debe ser pública y común, como son ellas públicas y comunes. Dediquemos, pues, el día de hoy a rogar al Sagrado Corazón por nuestro Santo Padre el Romano Pontífice. Y ¿por qué otro podríamos ofrecer con preferencia nuestra más eficaz oración? Es el Papa el centro de toda la vida católica sobre la faz de la tierra, base de su edificio, cabeza visible del cuerpo espiritual del cual Cristo es cabeza invisible.    Es, por lo mismo, el objetivo privilegiado de las más violentas iras del infierno. Alrededor de su trono r

DÍA 18

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"JESUS YO CONFIO EN TI" DÍA 18 EN EL SAGRADO CORAZÓN,  HALLAREMOS LA MEJOR HONRA I S e llaman ilustres y honrados según. el mundo los que obtienen por sus merecimientos o por su fortuna el favor de los personajes famosos, y tienen libre entrada y valioso influjo en los palacios de los poderosos. A tales personas se los mira en general con admiración mezclada de secreta envidia: más que por sus riquezas y poderío se les señala por la importancia que rodea su nombre, por el esplendor en que viven sus familias, por la consideración y respeto que les tienen sus conciudadanos; y no obstante, ¡qué fugaz y pasajera es esta gloria humana, y qué fácilmente se cambia en olvido, y quizá en espantosa desgracia! Llena está la historia de esas catástrofes de la humana vanidad; más de una vez se han tocado en un mismo día los extremos de la mayor elevación y de la mayor ignominia; el trono quizá ayer, y hoy el cadalso.    No es tal la gloria y el honor que a sus servidor

Hablar bien de todos.

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"JESUS YO CONFIO EN TI" Hablar bien de todos.   Jesús Misericordioso, enséñame a hablar bien de todos mis hermanos, porque a veces me dejo llevar por la crítica y miro la paja en el ojo ajeno, sin mirar la viga que hay en el mío. Ten compasión de mí, y ayúdame a ser bueno de verdad, misericordioso con todos, porque bien sé que el que practica la misericordia, la obtendrá también de Ti en el día del Juicio. Jesús, que mis palabras, cada una de mis palabras, esté rodeada de un profundo silencio, para que con ella edifique siempre y no hiera jamás a mis hermanos, ni a Ti. Auxíliame para que no me domine la ira y el enojo, para que no diga algo de lo que después tenga que arrepentirme y lamentarme. Enséñame a luchar contra este enemigo del mal hablar, que hace tanto mal en el mundo. Jesús, te prometo poner más atención, de hoy en adelante, en mis palabras, y trataré de no juzgar a nadie ni hablar mal de ninguno, porque sé que todos los hombres son mis hermanos, pues ve

La misericordia en el Juicio Final

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"JESUS YO CONFIO EN TI" La misericordia en el Juicio Final Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a uno de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquéllas a su derecha y a éstas a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “¿Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?”. Y el Rey les responderá: “

DÍA 16

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"JESUS YO CONFIO EN TI" DÍA 16 EN EL SAGRADO CORAZÓN,  HALLAREMOS LA    FUENTE DE LA ALEGRÍA I S ervid a Dios con alegría, dicen los Libros Santos; y en efecto, la alegría del corazón ha sido siempre el distintivo de los verdaderos servidores de Dios. Los Santos, en medio de sus más rigurosas austeridades, han sido alegres. Nunca la tristeza fue virtud, sino más bien tentación y peligro para el alma cristiana.    Pero ¿dónde encontraremos verdadera alegría? Causas de turbación y tristeza las hallaremos por doquier, y parece imposible substraerse a ellas. Vayamos a depositar nuestras congojas en el Corazón de Jesús, y encontraremos en Él la fuente de la verdadera alegría. Descarguémonos allí del peso de nuestras inquietudes por medio de una perfecta aceptación de la santa voluntad de Dios. No tardaremos en oír resonar en el fondo de nuestro corazón aquellas dulces palabras que tan a menudo dirigía el Salvador a sus discípulos: “ ¡La paz sea con vosotros!”  

DÍA 15

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"JESUS YO CONFIO EN TI" DÍA 15 EN EL SAGRADO CORAZÓN,  HALLAREMOS LA MÁS   AMOROSA FORTALEZA I E n nada se conoce tanto la profunda miseria del hombre como en su debilidad. Nuestra alma ha quedado, después de la culpa original, tan débil y endeble, que cualquier esfuerzo del enemigo basta para derribarla, si no tiene al lado una fuerza superior que la sostenga. Puede asimismo tan poco para obrar el bien, que cualquier leve dificultad la acobarda y arredra. ¿Quieres ser fuerte en medio de esta debilidad? Acude a buscar la fortaleza en el Sagrado Corazón de Jesús.    Allí fueron a buscarla los Santos, criaturas débiles y de carne ruin y débil como la nuestra, y gracias a eso fueron fuertes y obraron maravillas. Recorramos la historia de la Iglesia, y veremos a delicadas jóvenes y a pobres ancianos, burlarse de todo el Poder de los enemigos de Cristo, y hacerse superiores a los halagos, a los tormentos y a la muerte. Los claustros y los desiertos, la vida domé

DÍA 14

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"JESUS YO CONFIO EN TI" DÍA 14 EN EL SAGRADO CORAZÓN,  HALLAREMOS LA MÁS   FIRME ESPERANZA I V anas son las esperanzas del mundo y desgraciado quien fía en ellas. Pasa la juventud, se cambia la fortuna, caen las ilusiones, se entibia la amistad; nada, en una palabra, queda en pie de cuanto parece algunas veces halagar al hombre en su breve paso sobre la tierra.    Y sin embargo, el pobre corazón humano necesita algo firme y permanente a que arrimarse, para no caer en los horrores de la desesperación. ¿En qué podrá, pues, fijar su esperanza? ¡Ah! Todo se pasa, ha dicho Santa Teresa de Jesús, todo se pasa, es verdad;. pero Dios no se muda. He aquí, pues, el centro fijo en que podemos colocar nuestras esperanzas los que deseamos colocarlas en algo seguro e inmutable.    ¡Oh Corazón Divino de mi amadísimo Jesús! ¡Todo se escapa y desaparece a nuestro amor, dejándonos vacíos y desolados! Sólo Tú permaneces eternamente como faro de luz y norte resplandeciente p

DÍA 13

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"JESUS YO CONFIO EN TI" DÍA 13 EN EL SAGRADO CORAZÓN,  HALLAREMOS EL MÁS   PRECIADO TESORO I S e cansan los hombres y se exponen a gravísimos peligros, para adquirirse una fortuna; atraviesan mares, desafían climas; todo les parece poco, si pueden hacerse con un puñado de oro para pasar mejor esta miserable vida. ¡Cuántos, no obstante, ven defraudadas sus esperanzas! y aún cuando consigan verse llenos de riquezas, ¿acaso dan éstas, paz y felicidad a su corazón? Al revés, porque el temor de perderlas o la tristeza de tener que abandonarlas con la muerte, bastan para turbar la alegría de su posesión.    Alma mía, no busques con loco afán estas riquezas perecederas. Sea tu mejor riqueza el Sagrado Corazón de Jesús. He aquí un tesoro que sin gran esfuerzo puedes alcanzar. No has de emprender para ganarlo, largos viajes, ni costosos trabajos, ni difíciles industrias, ni luchar con los elementos, ni arriesgar la salud o la existencia. Todo esto lo hacen los homb