Las alas del amor.
"JESUS YO CONFIO EN TI"
Las alas del amor.
Jesús mío, te ruego especialmente que me inundes de tu santo amor, porque sé que con tu amor seré capaz de realizar las mayores hazañas y de no equivocarme en el camino, pues el amor es luz y guía en la vida espiritual.
Jesús, ¡cuánto necesito de ti! No sé dar un solo paso por la vida sin tu ayuda especial, ya que soy un niño indefenso, a quien el demonio vencería fácilmente si no tuviera tu bendita ayuda constante.
Te amo, Jesús Misericordiosísimo, y quiero decirte que a partir de hoy voy a hacer el propósito de amarte cada día más, porque sé que amándote es como me ganaré el Cielo, y tú estarás contento de mí y me bendecirás con toda clase de bienes y favores celestiales, y hasta materiales.
Ya lo has dicho, Señor, que quien confía en tu Misericordia es el alma más feliz, porque todos sus asuntos son tuyos, y tú en persona te encargas de todas sus cosas. Yo quiero ser del número de las almas que confían y se abandonan a tu infinita Misericordia, y se dejan guiar dócilmente por ella.
¡Jesús, ten misericordia de mí, que soy un pobrecito pecador! ¡Confío en tu bondad!
Las alas del amor.
Jesús mío, te ruego especialmente que me inundes de tu santo amor, porque sé que con tu amor seré capaz de realizar las mayores hazañas y de no equivocarme en el camino, pues el amor es luz y guía en la vida espiritual.
Jesús, ¡cuánto necesito de ti! No sé dar un solo paso por la vida sin tu ayuda especial, ya que soy un niño indefenso, a quien el demonio vencería fácilmente si no tuviera tu bendita ayuda constante.
Te amo, Jesús Misericordiosísimo, y quiero decirte que a partir de hoy voy a hacer el propósito de amarte cada día más, porque sé que amándote es como me ganaré el Cielo, y tú estarás contento de mí y me bendecirás con toda clase de bienes y favores celestiales, y hasta materiales.
Ya lo has dicho, Señor, que quien confía en tu Misericordia es el alma más feliz, porque todos sus asuntos son tuyos, y tú en persona te encargas de todas sus cosas. Yo quiero ser del número de las almas que confían y se abandonan a tu infinita Misericordia, y se dejan guiar dócilmente por ella.
¡Jesús, ten misericordia de mí, que soy un pobrecito pecador! ¡Confío en tu bondad!
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