Vivir con Jesús.

"JESUS YO CONFIO EN TI"
Vivir con Jesús. 
En el Cielo viviremos para siempre con Jesús. Entonces ¿por qué no comenzamos a vivir ya en el Cielo, viviendo con Jesús cada día de nuestra vida?
Jesús está glorioso en el Cielo, sentado a la derecha del Padre, pero también está en la tierra, en cada sagrario de una iglesia, Jesús está en las Hostias consagradas, como Dios y Hombre verdadero.
Jesús también está en nuestro corazón, si estamos en gracia de Dios.
Y Jesús está, además, en nuestros prójimos, especialmente en los que más sufren.
Así que Jesús nos rodea por todas partes, y a veces estamos tan distraídos y absorbidos por las cosas de todos los días, que pasamos a su lado y ni nos damos cuenta.
Él quiere que compartamos nuestra vida con Él, que le hablemos, yendo al sagrario de la iglesia, rezando, conversando con Él como se conversa con el mejor amigo.
¡Qué felices seríamos si comenzáramos a practicar esto, porque Jesús está vivo, ya que desde que resucitó, está en todas partes como Dios que es, pero también como hombre, pues con su cuerpo glorioso ya no está atado al tiempo ni al espacio!
A Jesús le gusta jugar a las escondidas, como vemos cuando camina junto a los discípulos de Emaús sin que ellos lo reconozcan; o cuando se apareció a la orilla del mar a los apóstoles que no habían pescado nada, etc.; así que debemos estar más atentos para descubrir a Jesús en donde se esconde. Tal vez en el que pasa a nuestro lado, el que nos necesita, o hasta el que nos hace sufrir.
Si viéramos a Jesús en cada hombre, no tendríamos tantas faltas de caridad para con el prójimo. Esto es lo que debemos hacer para tratar bien a todos: ver a Jesús en cada hombre, y pensar que un favor hecho a alguien, es favor hecho al mismo Jesús. Y así actuaremos de forma agradable a Dios y alcanzaremos, al final, el Paraíso prometido.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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