Confianza.
"JESUS YO CONFIO EN TI"
Confianza.
Jesús Misericordioso, tú que has muerto en la cruz por mí, ayúdame a confiar cada vez más en ti, porque a veces tengo miedo de ti y de tu justicia, y me olvido de tu amor y bondad infinitos.
Jesús, si tanto has hecho por mí, sufriendo y muriendo de esa forma tan cruel para rescatarme de las manos de Satanás, entonces no puedo dudar de tu perdón para mis numerosos y graves pecados, porque tú no abandonas la obra de tus manos, y mi conversión y santificación son obra tuya.
Y si el Padre no vaciló en entregarte a la muerte y al suplicio por amor a mí, entonces confío en que también mirará benigno mi corazón, ¡y qué felicidad que el Padre me mire con ojos de amor, a pesar de mis faltas!
En definitiva, Señor, te pido la gracia de tener más confianza en ti y en tu Misericordia y Bondad infinitas, puesto que a veces el demonio me quiere arrastrar a la desesperación, para alejarme cada vez más de ti, que eres la fuente de donde brota todo bien. Y yo sé muy bien que lejos de ti soy menos que nada.
Ayúdame Jesús a confiar más en ti y a no desconfiar de tu amor, mirándote en la cruz.
Confianza.
Jesús Misericordioso, tú que has muerto en la cruz por mí, ayúdame a confiar cada vez más en ti, porque a veces tengo miedo de ti y de tu justicia, y me olvido de tu amor y bondad infinitos.
Jesús, si tanto has hecho por mí, sufriendo y muriendo de esa forma tan cruel para rescatarme de las manos de Satanás, entonces no puedo dudar de tu perdón para mis numerosos y graves pecados, porque tú no abandonas la obra de tus manos, y mi conversión y santificación son obra tuya.
Y si el Padre no vaciló en entregarte a la muerte y al suplicio por amor a mí, entonces confío en que también mirará benigno mi corazón, ¡y qué felicidad que el Padre me mire con ojos de amor, a pesar de mis faltas!
En definitiva, Señor, te pido la gracia de tener más confianza en ti y en tu Misericordia y Bondad infinitas, puesto que a veces el demonio me quiere arrastrar a la desesperación, para alejarme cada vez más de ti, que eres la fuente de donde brota todo bien. Y yo sé muy bien que lejos de ti soy menos que nada.
Ayúdame Jesús a confiar más en ti y a no desconfiar de tu amor, mirándote en la cruz.
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