Quince minutos con Jesús Misericordioso

Quince minutos con Jesús Misericordioso
Jesús Misericordioso, tú serás mi Juez. Te pido ya desde ahora que tengas misericordia de mí, que me ayudes mientras estoy en este mundo a hacer buenas obras y a realizar acciones agradables a Dios, a ti, para que cuando llegue ese supremo momento de mi juicio particular, inmediatamente después de mi muerte, sea encontrado justo ante ti y me salve. Enséñame a calcular mis días y a no dejarlos que pasen en balde, sino que los aproveche para ser cada día más santo, porque eso es lo que realmente importa para nosotros los hombres: hacernos cada vez más santos. Jesús, yo te amo con todo mi corazón, y tú has prometido a los que practican la misericordia, que habrá un juicio lleno de misericordia. Entonces quiero practicar mucho la misericordia con mi prójimo y contigo, para que en el momento del Juicio yo sea perdonado por ti y obtenga de tu amor la misericordia divina en abundancia. Te amo, Jesús de mi corazón, y confío tanto en ti y en tu bondad infinita, que ya no temo el ni el día de la muerte ni el juicio, porque sé que me harás entrar en el Paraíso, donde seré feliz para siempre contigo y con los habitantes del Cielo. ¡Te amo, Jesús de mi corazón!